Mamá. Tierra.


Dicen que se te caerán las hojas
como un otoño a destiempo
que podarán algunas ramas
para sanar la herida 
y que habrá días en los que sientas 
huracanes atravesarte el tronco

Pero sabes que tus raíces
son tan firmes como la tierra misma
que eres savia recorriéndolo
todo hasta hacerlo brillar
que naciste en abril
porque tú eres primavera
que la gente está ahí
porque tú plantaste esas flores
y ahora sólo quieren darte el abono
que te mereces. Empápate de él.
Báñate en rayos de sol y riégate
de lágrimas cuando haga falta.
Los árboles también se tambalean
y eso les hace más fuertes frente al viento
porque aprenden a bailarle un tango
y desprenderse del polvo que les sobra.
Y cuando la tormenta apriete tu corteza,
no te agobies, confía.
Aquí estamos todos para sostenerte
si tú no encuentras el ánimo.
A veces torpes, pesados
a veces débiles y despistados.
Pero estamos.
Y estamos con la fuerza que tú inspiras
y las manos llenas de un amor incansable.

Mamá, tú eres fuerte como un nogal
bonita, como un almendro en flor
cobijo, como la morera donde escalábamos
de niños, donde la gente busca descanso
y las orugas se convierten en mariposa.
Eres dulce, como un cerezo en mayo
o el olor del naranjo en tus mejillas
y el sonido de hojas de eucalipto en tu risa
jugando con el viento
la suavidad del hule en tu piel
la magia de un baobab en planetas muy lejanos
eres la fortaleza de una gran sequoia
sosteniendo el mundo.

Tú, más que nadie
eres capaz de sobrevivirlo todo.
Y cuando de verdad sea el momento de marcharte
habrás dejado un jardín que ya quisiera Monet haber pintado.
Tu semilla,
que orgullosa también guardo en mi vientre,
será el abono de tantos árboles y flores
de quién sabe qué tallos y hojas.

Algún día, habrán pasado tantos inviernos
tanto sol y tanta lluvia,
que ya nadie sabrá
de dónde proviene esa amapola
que con gracia le crece en el hombro
o ese girasol en todo su centro.
Y seremos nosotras,
riendo cascabeles desde alguna estrella.

Pero ahora estás aquí, estamos aquí.
Queriéndote en todas tus formas y estaciones.
Ya verás que pronto, vuelve a ser primavera.

Y pase lo que pase,
la esencia siempre

se mantendrá intacta.























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