a todas las constelaciones


la puerta ya está abierta
dejo salir este manto gris
que ha cubierto mis días
pesados y lúgubres

dejo que entre la brisa fresca
con bocanadas de mar
para mis pulmones
les recuerdo que pueden respirar

y a mi cuello
que con sostener la cabeza es suficiente
los demás pesos nos van sobrando

a mi pecho
le deshago este nudo a besos
para que pueda abrazar con el corazón
en lugar de dar portazos

sobre mi estómago
quiero posar mis manos cálidas
acunarlo en rayos de luz
que recorran todo mi cuerpo
escupiendo su oscuridad
en forma de confeti

a mi sexo
le invito a despertar
desprenderse de la escarcha
de miedos y culpas
a volver a abrir sus pétalos
dejar paso a la pasión de fruta fresca
que acompaña a la primavera

a mis piernas
desearles que si tiemblan sea sólo de placer
a mis brazos que bailen hasta soltarlo todo

a mis manos
que sean caricia
pero también escoba
de las cosas que hacen daño

a mis pies
que conectan cuerpo con tierra
quiero darles la libertad de caminar presente

a mis labios
les deseo besos sinceros
y palabras justas
pero mágicas

a mi nariz
oler de lejos el jazmín
pero también las sigilosas serpientes
y las calles cortadas
y los lobos que se disfrazan de oveja

y por último
a mis ojos
escaparate de mis emociones
les deseo
que su alma sea tan grande
que en su iris naden ballenas

y que como hoy yo le escribo a mi cuerpo,
ellas envíen mensajes de amor
a todas las constelaciones























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