He probado la miel de tus labios
haciendo magia en mis pulmones
y ahora mi piel no sabe sobrevivir
sin tus naufragios
sobre mi cuerpo
atolondrado
que ahora me tiende trampas
y me llena de ganas
y de lluvia.
Absorbo los fastuosos paisajes de Nicaragua
y de pronto mis poros se cierran
como si mi sangre sólo fuera compatible
con el roce de tus piernas
y entonces sueño y me traslado a mundos
en los que sólo existen nuestras lenguas batiéndose
en duelo contra el tiempo.
Olvido el olor del presente
el tuyo también se nubla
me columpio en un limbo de fantasías reales y ficticias.
No me caben las ganas de ti.
No cabe más lava en este volcán
de flores acumuladas
para tu pecho.
No sé que hacer con tantos besos
quizás debiera plantarlos para enredarte en mi jardín
de amapolas blancas
desteñidas
por el pulso de nuestras venas
haciéndose primavera.
Ahora sólo queda aceptar.
Aceptar que aunque no haya jardín que supere las margaritas
que exhibes en tus mejillas
Seguimos vivos
y el mundo camina aunque sea sin nosotros
así que voy a seguir sus pasos
absorber el olor de la fruta con la planta de mis pies
y a ver si así te alcanzo.
No te preocupes
llevo la maleta cargada de lava y flores.
Prepara la cama para mi vuelta
No hacen falta las sábanas
sólo tu cuerpo tendido
rendido bajo la miel
que dejaste salivando
por todo mi cuerpo
y que ahora te devuelvo
llena de lava y flores.