DIARIO DE ABORDO. Semana 17. Brujas.
Las olas nos han metido entre canales
y de pronto estamos en Brujas.
Una ciudad que huele a chocolate
y patatas fritas.
Donde, cuando menos te lo esperas,
aparece un concierto entre tus zapatos
o juegan contigo los caminos
a gallinita ciega y pilla-pilla
para dejarte luego en el mismo sitio
y reírse de tu embeleso.
Parece que alguien vino a componer
las calles, jardines y escaparates,
en una armoniosa sinfonía,
preciosa e inútil.
Que alguien transformó los tejados
en escaleras-dirección luna llena,
inundó de colores sus fachadas
y cambió peatones por ciclistas.
Las luces y los cisnes,
arañan los canales
y los conejos, las carreteras.
Y luego esta esa iglesia donde actuamos
y nos perdemos en sus imágenes.
Como la ausencia de un amor
en un columpio desesperado.
Que pregunta en su balanceo
sin obtener una respuesta.
Y ya veis que estamos todos
hechizados seducidos embaucados
en este ciudad...
ciudad de Brujas.
ciudad de Brujas.
Translation
17
Waves have
merged us into the canals
and we are
suddenly in Bruges.
A city that
smells like chocolate
and fried
chips.
Where, when
you less expect it,
a concert
appears round your shoes
or the paths
play with you
to hide and
seek and look for me
to put you
back in the place you came
and laugh
about your abstraction.
It seems
that someone came to compose
the
streets, gardens and shopfronts
in an
harmonious symphony
beautiful
and useless.
It seems
someone transformed the ceilings
in stairs
directed to the moon,
he drowned in
colors its faces
and changed
pedestrians for cyclists.
Lights and
swans, scratch de canals
the rabbits
scratch the roads.
Then
there’s also that church
where we
perform and get lost
in its
images.
Like the
absence of a love
in a
desperate swing
that asks in
its swift
with no
answer in return.
You can see
we are all
seduced, enchanted,
hypnotized
in this
city…
city of Bruges.
city of Bruges.
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