NOTAS DE UN DÍA DE LLUVIA
A veces
es bonito parar.
Como si el tiempo no importara.
Como si el mundo hubiera escrito un paréntesis
para tus sentidos.
Bajar por un instante
de este falso tren de responsabilidades y culpas.
Poner el freno de mano a los problemas.
Escuchar
este concierto de lluvia
y pájaros desconcertados.
El sonido de motores y una manifestación que no comprendes,
o no quieres comprender.
Aplausos. Gente sumida en un acordado entusiasmo
y tú todavía al margen.
Entendiendo que existes.
O mejor,
entendiendo que no entiendes nada
si es que había algo que entender.
Que ser consciente de lo prescindible que eres duele,
te invade de soledad
y al mismo tiempo alivia.
Como un caldo con pelotas en los días de resaca.
0 comentarios