DIARIO DE ABORDO. SEMANA 2.


El barco se mueve
arriba y abajo
con la marea.
Balanceando en simbiosis,
las emociones.
Arrastrando con su mecer,
a personas animales locos
que viene y van
como jaula de pájaros
con puertas abiertas
y el alpiste más exquisito.
Atrás ha quedado la vida normal.
Ya nada parece extraño:
ni las ropas,
los constantes espectadores
o cualquier intento de ser creativo.

Tan tonto y entre tanto,
Peer Gynt nos acompaña
en el texto, improvisaciones
en el chirriar de los cabos
ansiando su libertad…
y con el rumbo y ante todo
en nuestra alma pirata
nuestra alma de niño
que juega que ríe y que vive
de sus impulsos más primitivos.

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